viernes, 6 de junio de 2014

De mi jefa me enamoré

La verdad es que no recuerdo bien como empezó todo, sólo recuerdo que un día un amigo me llama a postular a la empresa en la que él trabajaba, había un puesto libre en el área de comunicaciones. No sé bien porque acepté a ir cuando yo nunca quise trabajar en una empresa tan capitalista y cuadriculada como aquella. Todo pasó tan rápido. Empecé con unas cuantas entrevistas hasta que tuve mi tercera entrevista, la decisiva prácticamente, porque según me enteré después si pasabas con ella ya estabas adentro.
Cuando la vi, no me pareció lo que me parece ella ahora. Ese día yo esperaba ser entrevistada por alguien mayor, tenía una idea completamente diferente de la persona con la que estaría compartiendo horas ese día.
Tuve una buena platica con ella, sólo me ponía nerviosa el hecho que escribiera todo lo que yo le decía mientras me miraba fijamente y hacía preguntas un tanto complicadas y otras un tanto personales.
Hasta ahí todo genial. Pasé esa entrevista y pasé una más. 
Me dijeron que entraba a trabajar el lunes siguiente. ¿Tan rápido? Si, necesitaban una mano más en el área con motivo de urgencia.
Y fue ese lunes que ella me flechó. No sé que fue lo que cambió de una semana a otra, solo sé que yo ya estaba en las nubes por ella, y como era de esperarse no lo comenté con nadie más, primero porque era alguien con quien iba a compartir el resto de mis lunes a viernes por los siguientes 4 meses, y segundo porque casi todos mis compañeros la odiaban, sí, la odiaban.
Pero yo no entendía que era lo que no les gustaba de ella, para mí era divertida, amable, linda, con una sonrisa cautivadora, una mirada penetrante pero sobre todo una personalidad que enamora.
En mi primera semana de trabajo me dijeron que debía tomarle una foto para un comunicado interno y yo saltaba en un pie de felicidad. En ese momento no tenía nada de confianza con ella, ella estaba nerviosa por la foto, y yo porque estaba delante de ella. Todo salió bien, y yo contemplé la foto que había tomado de ella por el resto del día.
De ahí solo recuerdo que siempre fue amable conmigo.
Unas semanas después me comentaron que le gustaba el anime y el arte y que además ella pintaba al óleo. Creo que eso fue lo que hizo más intensa mi ilusión. Ahora todo lo que tenía que hacer era acercarme a ella por ese lado.
¿Mencioné que es diez años mayor que yo, que sus ingresos son 10 veces superiores a los míos, que estaba terminando su maestría para el momento que yo me inicié en esta empresa, que es la subgerente del área de recursos humanos?, y oh, si, es hétero lo cuál me deja en peor posición de como estaba hace 3 líneas atrás.